Exorcismo en el Vaticano

Muchos films de terror son series B, producciones de bajo presupuesto, donde la creatividad juega un papel fundamental. Este es un caso típico de serie B americana, que incluye la contratación de actores de poco renombre, excepto Djimon Hounsou (Amistad, Gladiator…).

La película tiene un buen arranque con una secuencia cero montada a base de grabaciones en blanco y negro para enlazar en el interior del Vaticano, donde el cardenal Bruun (Peter Andersson) y el vicario Imaní (Djimon Hounsou) investigan un caso de posesión diabólica en Estados Unidos. Pero a partir de aquí el film decae. A los aficionados al terror les gusta pasar un mal rato viendo una película muy terrorífica pero, en este caso, no será así, aunque entretiene.

Aun así resulta interesante cómo el montaje alterna las imágenes de las cámaras de seguridad que filman los hechos con las imágenes reales, con lo da así sensación de veracidad.

Lo que desconcierta es el título en español “Exorcismo en el Vaticano”. Durante el mismo, uno espera que haya exorcismos en el pequeño Estado y no aparecen ni en los títulos de crédito. Y es que el título original “The Vatican Tapes” se refiere a la grabaciones hechas a lo largo de mucho tiempo y por todo el globo. Quizá debería traducirse por “Las grabaciones del Vaticano”. Además, ya hay una película que en inglés se llama “The Vatican Exorcisms” estrenada el 2013. Son ganas de complicarse la vida.

Firma: Josepmaria Rossy