Un espía y medio

Una nueva comedia de acción basada en el contraste entre sus dos protagonistas, la aceleración del guion, los gags más o menos logrados y el número correcto (excesivo de por sí) de mamporros y acrobacias inverosímiles.

Desde que Arma Letal abriera la veda, han aparecido innumerables películas de este tipo, por lo que la originalidad no es una de las virtudes de este film que, sin embargo, es algo más llevadero que la mayoría de sus homólogos.

El personaje interpretado por Dwayne Johnson ofrece alguna divertida peculiaridad y el de Kevin Hart no es tan cargante como otros que ha interpretado (sin ir más lejos, los dos de las prescindibles Infiltrados en Miami).

Es cierto que, en aras de ampliar el público al que está destinada, Un espía y medio se obstina en abusar de las bromas obscenas, mezclándolas, para más estropicio, con melosos mensajes sobre la superación y la solidaridad (valiosos de por sí, por supuesto, pero desubicados y devaluados).

A pesar de ello y de todas sus limitaciones de origen, no es lo peor que se puede ver en las pantallas este verano. Allá cada cual.

Firma: Esther Rodríguez