Jurassic World

Atraídos por los dinosaurios, por aquellos que apenas se dejaban ver en la primera entrega firmada por Spielberg, reincidimos por cuarta vez. Al fin, en Jurassic World, vemos a estos inmensos y feroces animales en planos cortos, largos y medios, con toda la velocidad que se les supone, con los sistemas de audio echando humo y todas las maravillas de que es capaz la CGI.

Los bichos son realmente terribles, da gusto verlos tan reales, tan vivos, completamente listos para un photocall, pero paradójicamente el miedo se quedó en el Jurassic Park de hace 22 años. No así, todas las preocupaciones que deposita Spielberg en cada una de sus películas. A pesar de no estar tras la cámara ni firmando el guión surgen en la historia sus lugares más comunes, la familia desmembrada, los límites de la investigación, las relaciones entre hermanos y es aquí donde olfateamos la presencia del maestro.

Por lo demás, no podemos hablar de una gran película, aunque la factura sea impecable, las alusiones a las anteriores entregas tengan gracia y los actores merezcan cierto reconocimiento. Estamos ante un film bien hecho llamado a entretener a los amantes de los saurios gigantes y a los ávidos comedores de palomitas, que encontrarán en esta secuela un buen blockbuster para ver en familia.

Firma: Anna Puigarnau