
Con una remarcable dirección y una envolvente fotografía y banda sonora, este film consigue entretener. Aunque su desarrollo es confuso, el relato da suficientes herramientas para reflexionar críticamente.
Con una remarcable dirección y una envolvente fotografía y banda sonora, este film consigue entretener. Aunque su desarrollo es confuso, el relato da suficientes herramientas para reflexionar críticamente.
James Ball debuta como director en una película descuidada, poco profunda y con unos personajes predecibles. Aunque el tema es fundamental e importante el desarrollo de la cinta resulta inverosímil.
Con una animación cuidada característica del cine japonés, esta tercera entrega narra una bonita y entretenida historia repleta de acción, superpoderes, batallas épicas y héroes con grandes valores.
Lin-Manuel Miranda inicia su carrera como director de cine con un biopic musical que homenajea la obra teatral de Jonathan Larson y que destaca por la magnífica interpretación de Andrew Garfield.
Edgar Wright dirige la historia del grupo de rock más influente de los últimos tiempos. Un homenaje a Sparks que sobresale de lo normativo y que cautiva tanto a los fieles seguidores como a los recién llegados.
En su primer largometraje, S.K. Dale nos presenta un violento thriller, con Meghan Fox liderando en la interpretación, que sumerge al espectador en una relación de abuso retorcida y llevada al extremo.
Un largometraje que recuerda en ocasiones a Titanic, queriendo incrustar en un hecho real como la construcción de la Torre Eiffel una dramática historia romántica entre su creador y su supuesto amor verdadero.
Jörg Adolph dirige un documental científico-informativo fascinante y entretenido. Se complementa con una excelente fotografía de la naturaleza y con la visión antropomórfica del guardabosques Wohlleben.
Gracias a este blog, miles de “criaturas creativas” pueden nutrirse de contenidos relacionados con el mundo gráfico y publicitario.
¿Cuánto saben de sexo tus hijos si se tropiezan o ven un vídeo porno? Probablemente nada. ¿Cómo pueden discernir entonces entre lo que es “ficción” y lo que es realidad? Prácticamente de ningún modo.