
Brave Bunnies son casi siete minutos de entretenimiento infantil, que pueden trascender la pantalla si nos lo proponemos.
Brave Bunnies son casi siete minutos de entretenimiento infantil, que pueden trascender la pantalla si nos lo proponemos.
Los animales de Liberty Farm protagonizan historias dirigidas a los más pequeños de las que siempre puede extraerse una lección.
Arreglar los desastres naturales provocados por la humanidad está más de moda en la animación infantil que en otros géneros.
La animación valenciana Clay Kids ofrece un producto trabajado en stop-motion, muy atractivo en su formato visual aunque algo flojo en cuanto a la variedad de sus tramas.
Divertidas aventuras protagonizadas por un animal que nunca pasa de moda: el dinosaurio. Una animación llena se amistad, colaboración, imaginación y actitud positiva ante los problemas.
Volvemos a disfrutar con una animación realizada con plastilina y unos personajes ingeniosos que viven en un mágico lugar que solo puede existir en la mente de sus creadores y, ahora, de su audiencia.
Sin desmarcarse demasiado de las otras series infantiles, esta colaboración entre Francia y Australia nos trae situaciones divertidas y muchas sorpresas.
España y Francia colaboran en la realización de Rocky Kwaterner y obtienen como resultado un producto distinto, campechano y optimista.
Protagonistas risueños, argumentos inocentes y una tonadilla alegre. Lobo es una propuesta ideal para preescolares.
Uno de esos productos que, a pesar de su contenido claramente adulto, se sigue ofertando a la audiencia infantil.