
Un “objetivo” que estira demasiado las tramas y un guion que se retuerce siempre sobre sí mismo hasta aburrir.
Un “objetivo” que estira demasiado las tramas y un guion que se retuerce siempre sobre sí mismo hasta aburrir.
Una ópera prima certera, que no tiene miedo a abordar situaciones difíciles y dinámicas complejas. Pese a esa crudeza puntual, aquellos que la dejen reposar hallarán instantes esperanzadores.
Joachim Lang documenta con diálogos reales y material de archivo una de las mayores estrategias de propaganda. Con un montaje fascinante, la película es aterradora y refleja una realidad que podría repetirse.
Aunque es difícil conectar con la propuesta de Arnold, dispone de elementos suficientemente interesantes como para prestarle atención. Su reparto y sus momentos de brillantez refuerzan un final optimista.
Otro thriller de espías, esta vez situado en las calles de Raqa, que mantiene el suspense de los dos protagonistas (un inspirado Álvaro Morte acompañado de Mina El Hammani) en su ardid por conseguir el objetivo.
Esta secuela retoma la trama argumental original con un nuevo conflicto y ahonda en el llamado trauma intergeneracional. No obstante, esta vez cuenta con giros argumentales menos coherentes y más gargantas abiertas.
Este título de terror psicológico no solo cautiva por su planteamiento, sino que sumerge al espectador en su universo y lo remueve emocionalmente por el mensaje.
Uno de los mejores videojuegos de terror psicológico de todos los tiempos.
Veit Helmer dirige una obra visualmente atractiva con dos actrices carismáticas. Es una película para una audiencia selecta, que cuenta con un gran trabajo de cámara, una trama sencilla y mucha imaginación.
Lo bueno que tiene la novela en la que se basa se pierde porque la serie antepone el exceso dramático a la reflexión.
Avisos