Alumbramiento

Diez años después de su ópera prima, Pau Teixidor regresa con una película ambientada en el centro de Peñagrande y aparentemente inspirada en los hechos acaecidos allí hasta mediados de los 80. Alumbramiento bebe del cine de terror presente en Purgatorio o alguno de sus cortometrajes. Bajo esta influencia, un cierto tenebrismo baña todo el largometraje y la fotografía se compone sobre claroscuros y atmósferas apagadas. Aunque pueda recordar a La maternal por la materia tratada, la cinta de Teixidor no es tan luminosa como la de Palomero.

En ella conviven un amplio reparto de personajes, interpretados en su mayoría por actrices jóvenes. Su trabajo es uno de los fuertes del film y lo dota de consistencia. Sin embargo, desde el guion hay un equilibrio desigual entre dichos personajes. El atractivo de los secundarios emborrona en más de una ocasión a la protagonista, quien se configura con un carácter un tanto pasivo.

Todo el grupo de adolescentes mantienen el embarazo como punto de conexión, a pesar de vivirlo de formas distintas. Esta variedad de caracteres permite abordar diferentes frentes a nivel temático: el aborto, las actitudes incestuosas silenciadas o los niños robados. Frente a este complejo panorama, la sororidad entre ellas supone la fuerza para lidiar contra los infortunios y los problemas.

Firma: Yoel González