Bienvenidas a Brasil

Bienvenidas a Brasil se integra en el desafortunado género de la comedia gamberra, vulgar, disparatada y suficientemente obscena que, también desafortunadamente, se dirige a un público joven e incluso adolescente. Música electrónica y discotequera, fiestas descontroladas, chicas aparentemente tranquilas desinhibidas por el alcohol y un suceso fortuito que desencadena la otra parte del film. Esta película de Patrick Mille, un actor reconvertido en realizador, tiene todo lo que, por tercera vez, desafortunadamente se espera de este tipo de largometrajes.

Sin embargo, entre tanto disparate desfasado y previsible, hay que reconocer que el guion depara alguna sorpresa en forma de pequeños matices que le dan algo de originalidad a la producción. Las cuatro amigas, comportándose con la misma locura y torpeza que sus colegas de otros títulos, componen un grupo simpático y con un punto novedoso que hace que las reacciones y el devenir de la trama se vean con menos tedio del habitual. No lo suficiente como para levantar el producto, pero sí como para albergar alguna esperanza en los próximos trabajos de sus realizadores.

Firma: Esther Rodríguez