Bikeriders. La ley del asfalto

En 1967, después de años acompañando a motoristas por el oeste americano, Danny Lyon publicó un libro de fotografías y entrevistas realizadas a todos ellos. Partiendo de esas imágenes y textos, Jeff Nichols realiza una sólida adaptación.

Bikeriders. La ley del asfalto mira de frente a un mundo de hombres, sus formas de relacionarse, sus vínculos y sus aspiraciones para realizar un análisis de la masculinidad y, al mismo tiempo, contemplar el particular mundo de las bandas callejeras de motoristas. Nichols, sin embargo, narra la historia con la voz de una mujer, una de las entrevistadas y esposa de un miembro del conocido clan protagonista.

Kathy –interpretada soberbiamente por Jodie Comer– y el personaje de Danny Lyon –personificado por un breve, pero efectivo Mike Faist– nos adentran mediante la palabra y los flashbacks en ese concreto contexto. Una vez dentro, el punto fuerte de la película es su voluntad por documentar, casi como lo que hizo el propio Lyon. Así pues, se rehúye cualquiera de los estereotipos con los que estas organizaciones han sido señaladas durante mucho tiempo y se construye la parte humana de cada uno de este grupo de personajes inadaptados.

Sin grandes secuencias ni grandes giros de guion, esta contemplación del microcosmos de los “bikeriders” se acompaña de un buen reparto de canciones y de actores. A parte de los mencionados, destacan un Austin Butler y un Tom Hardy sólidos en sendos papeles. Ambos refuerzan la indagación en temas como los prejuicios, la camaradería y la vulnerabilidad en un mundo de machos.

Firma: Yoel González