Concrete utopia

Esta distopía surcoreana, con su peculiar dosis de humor negro, puede funcionar como dramática metáfora sobre el sector inmobiliario, el autoritarismo o la gestión de un gobierno ante la inmigración. En esta situación extrema, la mayoría de supervivientes de un terremoto, tras un intento de democracia, se somete a un liderazgo cada vez más dictatorial, más deshumanizado y violento.

La película, a pesar de sus invisibles efectos especiales y de la magnitud de su puesta en escena, queda atrapada en sí misma. Nos mantiene en suspense al revelarnos el giro final en exclusiva, a costa de alargar la trama innecesariamente, y resulta inverosímil.

Contemplamos con horror la degeneración del ser humano hasta que una de las protagonistas, una joven enfermera interpretada por Park Bo-young, muestra que hay esperanza para la bondad y la acogida.

Firma: Bego Arribas