Del revés 2 (Inside out 2)

Pixar regresa, esta vez sí, con una de las mejores películas, no solo del año, sino del estudio. Y es que, aunque Del revés (Inside Out) había generado unas expectativas muy altas, la experiencia con esta cinta no decepciona en absoluto. Supera el complejo reto que dejó su predecesora y se convierte en una sólida y digna secuela.

Igual que Red, Del revés 2 hace un retrato de la adolescencia y se dirige en especial a este público –aunque encandilará también a adultos y niños–. La firma vuelve a mostrar cómo, en esta etapa, la amistad pasa a ocupar un lugar más importante que la familia y aparecen nuevas y complicadas emociones. No obstante, aquí se pone el foco en la importancia de esos sentimientos que, sin dominar pasionalmente ni configurar quiénes somos, sí son necesarios para enriquecer nuestra persona.

La animación vuelve a ser técnicamente fascinante y muestra el sello de la casa a través de sus colores básicos y alegres (con una gama ampliada debido a la introducción de nuevos personajes). Además, esta maestría visual –que captará la atención de los más pequeños– no se estanca en un guion infantil, previsible y lleno de clichés, sino que se crece en una historia creativa, conmovedora e inteligente.

Se reaprovechan brillantes escenarios de la original y aparecen otros acordes al momento vital, como es el pantano de las creencias o la cámara de secretos. De este modo, se ilustra con gran inventiva el mundo interior de un adolescente y cómo se constituye su identidad en base a múltiples factores. Con todo ello, queda un film redondo, ingenioso y muy divertido, que valida las emociones y está “dedicado a nuestros niños, a quienes queremos tal y como son”.

Firma: Patricia Amat