El escándalo

Jay Roach dirige una película sobre el movimiento #Metoo aunque, en este caso, muy centrada en el ambiente tóxico de los poderosos medios de comunicación americanos como Fox News. Este poder de la industria se revela en una interesante introducción acerca del imperio de la cadena, en la que queda patente su influencia no solo en la política sino en los americanos en general.

Roger Ailes se encargó de levantar el dominio y la audiencia de Fox, en parte gracias a melenas rubias, piernas largas y faldas cortas y ajustadas. Pero labrarse carrera en la empresa siendo mujer tenía el precio de sucumbir a propuestas venenosas, una situación que se mantuvo oculta hasta que Gretchen Carlson (Nicole Kidman) denunció a Ailes por acoso sexual.

La cinta pretende dar visibilidad a esas heroínas que fueron las primeras de muchas en hacer frente a los abusos. No obstante, lo hace sin un enfoque del todo claro y añadiendo dramatismo a través de personajes ficticios –que son una combinación de historias reales– como el de Margot Robbie (una productora llamada Kayla, que quiere llegar a presentadora), la gran sorpresa de esta producción. De todas maneras, refleja claramente la cosificación de las mujeres en televisión con la justificación de que “es un medio visual” y transmite con eficacia el chantaje y burlas que sufren para conseguir un puesto en prime time, así como la presión a soportarlo en silencio ya que está en juego la carrera profesional, la seguridad de familia y la integridad personal.

El trío de actrices principales –Charlize Theron, Nicole Kidman y Margot Robbie– brilla por encima del resto de elementos del film. Sus grandes interpretaciones logran transmitir a través de miradas más que los diálogos, aunque son remarcables las reflexiones de Kayla sobre lo que supone el acoso en el lugar de trabajo.

El escándalo es una correcta exposición del lado oscuro de Fox, que salió a la luz gracias a la valentía de varias trabajadoras que decidieron arriesgarlo todo. Con un reparto sublime, consigue generar angustia en la audiencia, que puede percibir la coacción que sufrieron muchas mujeres durante dos décadas.

Firma: Patricia Amat