El sustituto

El sustituto es una nueva propuesta dirigida por Óscar Aibar, un aparente admirador de la década de los 70 y 80 en España que, tras trabajar en Cuéntame cómo pasó —basada en esos mismos años—, toma las riendas de este interesante proyecto inspirado en hechos reales.

Este título refuerza a Ricardo Gómez como actor de la gran pantalla en esta cinta participada por TVE, hasta el punto de que su presencia es absoluta a lo largo de todo el film. Presentada en la pasada edición del Festival de Málaga, narra unos hechos reales sucedidos en la década de los años ochenta.

El relato discurre en un espacio de tiempo concreto después de que el personaje principal abandone el hogar para integrarse en una comisaría de policía levantina en la que (en la época en que transcurre el guion) sus atribuciones estaban bastante acomodadas a un puñado de militares nazis refugiados en España, huidos del ciclo en el que Ilegaron a ser los amos de Europa.

El guion oscila de forma poco homogénea al intentar adaptarse a los objetivos de aquel grupo de soldados. Por su rango, disponen de la vida de los habitantes del Iugar sin contemplaciones, intentando continuar con su carácter autoritario por el que los conceptos de contacto con la vida del pueblo están sometidos a sus designios y voluntades.

Pese a que las escenas de acción están trabadas con innegable dominio cinematográfico, la película transcurre en un clima bastante gris, perjudicando la acción general del largometraje en el tramo final.

En definitiva, aunque algunos hechos pueden resultar evidentes y la crónica sea predecible, El sustituto ofrece una fotografía cuidada y una música que ambienta bien los hechos sucedidos en la España de 1982.

Firma: Joaquín Guitart