En tránsito

Crítica En tránsito

Análisis

Una película que se presenta como una metáfora interesante a través de una medio ambientación histórica. Pero su desarrollo se complica en los recovecos retóricos y aleja al espectador de las emociones que, supuestamente, dirigen el film.


El guionista y director alemán Christian Petzold continúa con En tránsito la dinámica entre la realidad y ficción en la que basó Phoenix, su film anterior. Es cierto que ni éste ni, remotamente, en esta última obra, alcanza el nivel que obtuvo con la espléndida Bárbara.

En tránsito está planteada desde un principio como un juego con el espectador, al que sitúa en una ocupación nazi de Francia ambientada en la época actual, como puede verse en las calles, vehículos, armamento policial o atrezzo en general. Sin embargo, evita el género de “historia alternativa”, tipo The man in the high castle, introduciendo elementos de vestuario o escenarios adecuados a la época de la Segunda Guerra Mundial. Este desconcierto previo es muy efectivo, pues hace que el público partícipe de un modo más activo y sea realmente cómplice de los dilemas a los que se enfrenta el protagonista.

Conseguido el interés con este punto de partida, llega el momento de mantenerlo y ahí es donde el guion de Petzold, basado en la novela de Anna Seghers, se enreda en su propio planteamiento y termina por perder la conexión con el público.

El anacronismo del conflicto indica que el film puede ser utilizado como una metáfora del drama de los refugiados hoy en día. En ese sentido, el realismo y la verosimilitud de las gestiones burocráticas y la inclusión de personajes como Driss y su madre componen un relato coherente, con el que se ganan la empatía de la butaca. No obstante, toda la segunda mitad de la película se escora hacia el drama romántico o sentimental y ahí acaba por naufragar definitivamente.

Los recovecos argumentales y narrativos utilizados por Petzold, en un arranque de ambición desproporcionada, distancian a los personajes del espectador que bastante tiene con intentar aclararse con los distintos narradores, los escenarios, las mujeres, los espacios, los visados, los consulados y los erráticos afectos del atribulado Georg. El papel de Marie, por ejemplo, de puro misterioso resulta tan distante que es difícil entrever la posible pasión que le mueva hacia el protagonista. Y eso a pesar de estar interpretado Paula Beer, quien ya demostró su talento en Frantz.

En definitva, ejercicio interesante y valiente de Christian Petzold que él mismo ahoga en el tejido ambicioso de su enrevesada y distante narración.

Firma: Esther Rodríguez

ficha técnica

Director: Christian Petzold

Guionistas: Christian Petzold

Intérpretes: Franz Rogowski, Godehard Giese, Lilien Batman, Maryam Zaree, Paula Beer

Género: Drama

País: Alemania

Fecha estreno: 15/06/2018

Lenguaje: Coloquial

Público

+16 años

Valoración

Contenido

Humor

Acción

Violencia

Sexo

El avance de la ocupación fascista sobre París obliga a Georg a huir hacia Marsella. Allí usará la documentación de un escritor fallecido para obtener un visado del consulado mexicano. La presencia de una misteriosa mujer y su relación con el novelista marcarán la vida de Georg en espera de la salida de su barco.

Título original: Transit

País: Alemania

Duración: 101'

Fecha producción: 2018

Distribuidora: Golem distribución

Color: Color

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