Viggo Mortensen, que debutó como director y guionista con Falling en 2020, vuelve ahora con Hasta el fin del mundo. El título original, The Dead Don’t Hurt, debería haberse traducido por “Los muertos no duelen”, una expresión mucho más profunda y menos sensiblera que Hasta el fin del mundo. Con esta edulcorada presentación parece que ya, desde el principio, no estamos dispuestos a entrar en la confrontación que nos propone el film.
El guion se centra en dos personajes situados en América del Norte en la década de 1860: el inmigrante danés Holger Olsen y la canadiense francesa Vivienne Le Coudy (impecablemente interpretados). Así, el romance está servido pero, también, la Guerra Civil irrumpe en la historia. Sin embargo, no estamos ante una cinta bélica, el tiempo que Olsen está en el campo de batalla, el foco argumental cambia su objetivo y se centra en Vivienne. Este cambio propicia un relato íntimo sobre la soledad femenina en la dureza del oeste americano.
Mortensen escoge el western porque es un género que le sienta bien al relato. Los paisajes áridos, aislados, duros, polvorientos y salvajes se dibujan delante de una cámara que busca los conflictos internos de sus habitantes, pero que no siempre los evidencia. También el ritmo pausado, los grandes escenarios, las distancias imposibles e, incluso, los silencios ejercen un peso añadido al drama.
Además, el western también se caracteriza por sus valerosos protagonistas. En Hasta el fin del mundo, tanto Holger como Vivienne anteponen lo que creen que es correcto a sus propios antojos. El deber se muestra más poderoso que el querer, aunque lo primero nunca anule lo segundo. Aquí prima esa generosidad de prestarse al bien común o a los demás y a no dejarse amedrentar por las dificultades.
Si algo llama la atención de este largometraje es la clara plasmación de un ideal poco popular: una vida entregada puede ser una vida plena. Y es que en una corriente audiovisual como la actual –donde el sentimiento es el norte de nuestra brújula moral–, el film nos reta a cuestionarnos. Nos preguntamos si es cierto que lo que trae paz a la existencia humana es huir de las obligaciones, evadirse de las preocupaciones o esquivar las complicaciones. Y la moraleja (también típica del género) es que para que los muertos no duelan tenemos que haber afrontado los acontecimientos con honradez y con coraje, a pesar del sufrimiento que comportan.
Hasta el fin del mundo propone un espacio de reflexión y de admiración; una muestra de que la vida no siempre nos lleva por donde queremos, pero no por eso debemos desperdiciarla. O, también, podemos ver en esta cinta solo un western resultón, que aplica los tópicos del género y destaca la figura femenina.
Firma: Mar Pons
Director: Viggo Mortensen
Guionistas: Viggo Mortensen
Intérpretes: Danny Huston, Garret Dillahunt, Solly McLeod, Vicky Krieps, Viggo Mortensen, W. Earl Brown
País: Canadá, Dinamarca, México
Fecha estreno: 10/05/2024
Lenguaje: Coloquial
Vivienne Le Coudy muere de una hemorragia interna en la cama mientras su compañero, Holger Olsen, le toma la mano. A partir de ese momento, la historia viaja del presente al pasado para narrar su historia de amor y las vicisitudes que rodearon su vida en común. A la vez, Olsen viaja hasta el fin del mundo dispuesto a afrontar los nuevos acontecimientos que le depare la vida.
Título original: The Dead Don't Hurt
País: Canadá, Dinamarca, México
Duración: 126'
Fecha producción: 2023
Distribuidora: Wandavisión
Color: Color