El hombre que inventó la navidad

Susan Coyne parte del libro homónimo de Les Standiford, que cuenta la historia de cómo Charles Dickens escribió su icónica novela Cuento de navidad.

Con el bagaje que le ha dado su carrera como guionista de ficción en la televisión canadiense, Coyne es capaz de meter al espectador en un proceso creativo donde los personajes del relato cobran vida, mezclado con los agobios familiares y autobiográficos (no solo económicos) y un tono cómico que encaja con el propio sentido del humor del conocido escritor británico.

Aunque es el primer largometraje de esta autora, El hombre que inventó la Navidad funciona, no solo como cálido homenaje y acercamiento al carisma dickensiano, sino como película entretenida y amable, aunque no exenta de los acentos dramáticos e incluso aristas de carácter de su protagonista.

Bharat Nalluri (MI-5, Un gran día para ellas) se hace con el escenario que precisa la trama. Los espacios acogen con facilidad a escritores, hijos, criadas, amigos y fantasmas. Se nota oficio y cariño en cada secuencia, de modo que ambos aspectos logran esconder y restar importancia al bajo presupuesto del film.

Por otra parte, Nalluri imprime un sello a su dirección de actores que deambula entre lo irónico y una gestualidad de slapstick. Dan Stevens es un Dickens patético y dramático, pero comprensible, y Jonathan Pryce e incluso Christopher Plummer, así como Morfydd Clark, dejan huella y credibilidad.

Entre todas estas virtudes, poco ambiciosas, El hombre que inventó la Navidad destacan dos rasgos también muy dickensianos: la pasión por la escritura y la pasión porque esa escritura hable de lo mejor del ser humano en tiempos de crisis.

Firma: Lourdes Domingo