La cinta de Álex

Irene Zoe Alameda tiene una trayectoria que le ha llevado de la filología y de doctorarse en literatura por la universidad de Columbia, a dirigir durante un año el Instituto Cervantes en Suecia o a componer música y ser vocalista, hasta el guion y la realización de cortometrajes y documentales.

La cinta de Álex es su primer largometraje y, lógica o paradójicamente (según se mire el lado de su carrera profesional) presenta algunos desajustes ocasionales en las piezas novel.

El guion pretende abarcar muchos temas (cárcel injusta, terrorismo internacional, torturas, comercio injusto, contrabandismo, bodas concertadas, relación problemática entre padre-hija, prejuicios sociales y pobreza, historias de amor truncadas…), con escenarios diversos (España, Estados Unidos, India, Pakistán…) y poco aprovechados en el caso de los asiáticos.

Y lo cierto es que todo resulta en un ritmo dramático atropellado, donde se presentan y solucionan los conflictos con demasiada facilidad y con severos índices de inverosimilitud (como una Alexandra de doce años pululando casi sola por la India).

El relato se salva del naufragio gracias, no solo a las buenas intenciones (didácticas directamente) del film, sino a una fotografía y dirección que, sin brillar, permiten verla sin sobresaltos en ese sentido.

Por su parte, los intérpretes hacen lo que pueden con unas réplicas que intentan pasar de la intimidad familiar con frases enmarcables y supuestamente inspiradoras, a la tensión de amenazas de contrabandistas o al trauma de un accidente.

Firma: Lourdes Domingo