La última sesión de Freud

La última sesión de Freud es un film fundado en un rumor. Existe la creencia de que unos pocos días antes de morir, Sigmund Freud se reunió con un profesor de Oxford. En ese entonces, un joven C.S.Lewis estaba comenzando a despuntar en el mundo literario, mientras ejercía la docencia en dicha universidad. A partir de esa conexión, Matt Brown ata cabos, sin pruebas, y presenta una reunión imaginada que ambas personalidades pudieron haber tenido.

Ambientado en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, el encuentro entre Freud y C.S.Lewis aprovecha sus disidencias ideológicas para abrir un campo de debate que se constituye sobre la primacía de la palabra. Los diálogos conforman el núcleo esencial de la cinta y ofrecen profundidad a los personajes, a los cuales también hay un acercamiento a través de flashbacks a escenas cruciales en sus vidas. No obstante, toda esta locuacidad consigue sostenerse por las entregadas interpretaciones de Matthew Goode, como el escritor británico, y Anthony Hopkins, como el psicoanalista.

Entre todo el intercambio de argumentaciones y contraargumentaciones, La última sesión de Freud no acaba de posicionarse hacia un lado u otro. Así pues, se deja al espectador que delibere por su cuenta sobre todos los asuntos planteados: la persecución de un pasado, el impacto de las figuras paternas, la creencia en Dios y la fe, la muerte y el duelo, la guerra… En definitiva, la película es una propuesta muy sencilla, pero que anima a detenerse a pensar y permitirnos ser un poco más tolerantes.

Firma: Yoel González