Me casé con un boludo

El director, el guionista y los actores de Un novio para mi mujer (2008), una exitosa comedia argentina que tuvo varios remakes internacionales, se reúnen de nuevo para intentar crear un producto con estela semejante.

Pablo Solarz (Sin hijos) imprime al relato la dinamita que suponen los tics de quien se dedica a la interpretación: inseguridades, clichés y mucha autoparodia. Con ello, pretende sacar más jugo a un guión centrado en algo tan estereotipado como es el amor dentro del cine, en un argumento de cine dentro del cine.

Con este grado de autoconsciencia, Juan Taraturo (No sos vos, soy yo, Papeles en el viento) maneja su mirada con ritmo, a pesar de los atascos que sufre la historia. En no pocos momentos, esta es previsible pero no deriva en un metraje insoportable.

Al mismo tiempo, Adrián Suar y Valeria Bertucelli, los únicos personajes-trama con cierto perfil y, por tanto, único anzuelo posible para el espectador, tienen chispa y, aunque no deslumbran, son suficientes para abrir y cerrar una comedia romántica que sostiene una elegancia natural (poco presente hoy en día en el género) y algunos reflejos de lo que sucede en los romances, también fuera del foco.

Firma: Lourdes Domingo