Me he tragado un extraterrestre

Me he tragado un extraterrestre comienza presentándonos a dichos seres combatiendo en el espacio contra el tirano Zolthard. La premisa gana interés cuando viajamos a la Tierra y Norman, el adolescente protagonista, se bebe la nave espacial en miniatura y los alienígenas terminan en su cerebro. A su vez, el pequeño e iracundo villano se introduce en el de la directora de la escuela de Norman y sus amigos, convirtiendo a esta y a sus profesores en zombies (y en uno de los momentos más conseguidos de la película).

Según este film, parece que no somos tan distintos, pero cabe decir que la animación de los extraterrestres se muestra más humana que la de los propios habitantes del planeta Tierra, quienes se mueven de una forma mecánica y poco realista. La acción flaquea en algunas escenas demasiado dialogadas y sobran las referencias a otras conocidas historias galácticas.

Esta aventura espacial mantiene el ritmo y la tensión de principio a fin, para el entretenimiento de los más pequeños y de toda la familia. Es interesante ver qué pasaría si los álienes, buenos y malos, trataran de comunicarse con los humanos desde dentro, literalmente. Quizá lo descubramos en una segunda parte.

Firma: Begoña Arribas