Mi obra maestra

Los hermanos Duprat repiten,uno en la dirección y otro en el teclado, en Mi obra maestra después de la aclamada y premiada comedia negra El ciudadano ilustre.

Guillermo Francella, especialmente lucido y Luis Brandoni, geniales actores como pareja protagonista, son un galerista ambicioso y un pintor insoportable que, a pesar de los pesares, mantienen una amistad inquebrantable. Raúl Arévalo sale airoso de completar el trío aunque destaque más al final que al principio.

A base de diálogos inteligentes y ciertas escenas agudas se teje una trama alrededor de las dobleces del mundo del arte y de la moral argentina, en este caso. La banda sonora se encarga de señalar innecesariamente algunos de esos momentos, que también dejan espacio a una pequeña cuota de drama.

Al final, esta sátira divierte a una audiencia fiel a un género de comedia caro de ver pero que llena las salas cuando aparece en cartelera.
Firma: Begoña Arribas