Necesitamos tu voto

Mathieu Sapin ya había hecho incursiones en cine dirigiendo algún corto o encargándose de los efectos visuales de la conocida película Arthur y los Minimoys. Ahora, por primera vez escribe y dirige un largometraje inspirado en sus novelas gráficas. El francés siguió de cerca la campaña presidencial de François Hollande antes de escribir Campagne Présidentielle. Luego pasó un tiempo en el Palacio del Elíseo, lo que se transformó en su siguiente cómic, Le Château. De esta manera, con sus conocimientos acerca de los tejemanejes de la política, presenta su primer film.

Para ello, cuenta con Alexandra Lamy y Finnegan Oldfield, quienes realizan un gran trabajo interpretativo en sus papeles de Agnès Karadzic (directora de campaña) y Arnaud. Ambos protagonizan escenas que caricaturizan, casi con malicia, el mundo de la política. De manera satírica, se deja ver que una persona con idiomas, posgrados o un doctorado “no sabe hacer nada” en este ámbito si no es rápida y agresiva.

Con el único objetivo de escalar, la campaña del partido se presenta llena de locura histérica y una ironía estimulante que sumerge a la audiencia en las tramas internas de la política. El humor logra camuflar ridículos aspectos verídicos como que la gente “es intercambiable”, lo importante es el poder y, a pesar de que en la presidencia se necesitan buenas personas que se preocupen por el país, eso no es lo que consigue votos.

Probablemente, el veloz ascenso de Arnaud durante la cinta, teniendo en cuenta que no lo buscaba, es un poco exagerado. Pero eso también contribuye a que no decaiga el ritmo de la narración en ningún momento, objetivo que también logra el continuo cambio de estrategia a lo largo de la campaña. Esto último, es un ejemplo de las diversas características que este partido imaginario refleja de los nuestros propios.

Esta alocada comedia consigue entretener al público presentando los enredos de la política, algo que en la vida real puede resultar desesperante. Necesitamos tu voto enmarca de manera divertida todo este mundo de tiburones “y tiburonas”.

Firma: Patricia Amat