Primeras vacaciones

Primeras vacaciones es también el primer largo dirigido por Patrick Cassir, después de varias incursiones en el pequeño formato visual. Para la realización de esta ópera prima en el mundo del largometraje, ha construido, junto a la actriz Camille Chamoux, un sencillo guión de vacaciones a Bulgaria, con connotaciones ambientales, en teoría distintas de su nación de origen.

Pocas son las aportaciones de esta singladura Cassir en el panorama cinematográfico de nuestros días, a excepción de un sucesivo conglomerado de problemas entre la pareja protagonista y los distintos personajes con los que van teniendo contacto a lo largo del film. Se trata de problemas de índole personal donde la gran mayoría de los seres con los que contactan, voluntaria o accidentalmente, se aprovechan de su desconocimiento del país y de sus costumbres, hasta el punto de dejar en punto muerto su relación sentimental.

Lo que, en teoría, podía ser la clásica exposición de un viaje de placer, se complica paso a paso ante la conjunción de dos personas con conceptos vitales y de relación absolutamente distintos y en los que la asimilación conceptual, ante el trato diario, se diversifica en vez de aproximarse anímicamente.

Ni las imágenes, en ocasiones llevadas a un extremo sexual absurdo ante los ojos pasmados de la pareja, ni su distancia generacional, aportan demasiadas virtudes cinematográficas a este primer intento profesional de Patrick Cassir, en el que tampoco el cuadro protagonista añade excesivas muestras de su confabulación con la trama argumental.

Firma: Joaquín Guitart