¡Que suene la música!

Basada en hechos reales, ¡Que suene la música! cuenta la historia de un grupo de mujeres estadounidenses que decidieron empezar un coro mientras sus maridos militares estaban en Afganistán. Y es interesante ver su punto de vista, pues nadie cuestiona el valor de los soldados; en cambio, no es frecuente considerar la ansiedad y sufrimiento que eso puede provocar en los seres queridos que los esperan en casa. No obstante, la cinta no pretende ser triste y consigue narrar los sucesos de manera alegre y positiva, resaltando ante todo la amistad entre varias personas unidas por las mismas circunstancias.

Peter Cattaneo logra tocar las teclas adecuadas para que su largometraje sea un éxito. Sin aportar ninguna novedad, sabe exactamente cómo hacer reír, emocionar y despertar en el espectador las ganas de unirse a las protagonistas cantando Time after time.

La trama es previsible pero probablemente eso sea parte de su encanto, junto con la pegadiza banda sonora y sus entrañables personajes. Las mujeres que se presentan son muy humanas, con problemas y actitudes reales. Sin embargo, a la vez, tienen personalidades muy características, que son la fuente del humor del film.

Otro de los aciertos del director es que, aunque la coyuntura se lo permite, no entra en ningún tema controvertido ni quiere hacer propaganda. De esa manera, la atención no se desvía de la evolución del coro y de la relación entre sus integrantes, que es lo que engancha al público. Y, gracias a ello, también surgen muchos momentos divertidos.

Esta producción no descubrirá nada nuevo. No obstante, es una película fresca y agradable que resulta muy satisfactoria. El relato es para todos los públicos y, sin duda, hará que el espectador acabe cantando los temas que escuche.

Firma: Patricia Amat