Reposo absoluto

Reposo absoluto explora un tema potente como es la maternidad y la experiencia del trauma en relación a ella, aquí y… en el más allá. Nada que el terror no haya tratado antes, utilizando los recursos más simples y predecibles del género, provocando hasta comedia en algún momento.

La propuesta de la guionista y directora novel no destaca por su sutileza, pero es coherente, con un enfoque realista del tema principal a través de la actuación de Melissa Barrera.

Jules lleva en solitario la conmoción por la pérdida de un hijo no nacido. Incomprendida por su marido, que no puede compartir la misma experiencia y esconde su propio dolor, empezará a volverse loca a los ojos de los demás. La historia se sirve de esta falta de conexión para aislar al personaje protagonista y antagonizar el personaje del marido y, más adelante, el de la enfermera. Todas estas tramas podrían haberse llevado hasta el extremo para conseguir una experiencia dramática más completa.

Con todo, la película funciona y termina con un doble final más luminoso, que redondea todos los relatos de forma positiva. Gustará a un público poco exigente que se contente con horror poco sugerente a base de sustos esperados en la cartelera veraniega.

Firma: Bego Arribas