Searching

Salvando sus obvias diferencias, los primeros minutos de Searching nos llevan a recordar la memorable secuencia inicial de la película de animación Up (donde se muestra la evolución del amor entre sus personajes). En este caso, siempre a través de las pantallas, vemos cómo es la vida de la feliz familia hasta que la madre es diagnosticada de cáncer.

Debido a este triste suceso familiar, David Kim (John Cho) desconecta de su hija y, sin apenas darse cuenta, la pierde a través de las pantallas. El dolor les ha llevado a ambos a distanciarse y, en esa falta de comunicación, la hija recurre a las redes sociales.

Conseguir recuperarla tras su desaparición se convierte en un ejercicio de descubrimiento tanto para el padre en la ficción como para todos los espectadores, sean padres o no. Y es que, de hecho, lo que realmente importa del largometraje es el análisis que hace sobre cómo de bien conocemos a nuestros más allegados. Al mismo tiempo, nos ofrece también una dosis de realidad con la hipocresía que demuestran algunos personajes esporádicos y con los mensajes de personas anónimas que aprovechan el momento para comentar, sin conocimientos, cualquier tema en Internet.

La gran fuerza emocional del film viene proporcionada por Cho, quien hace un increíble trabajo, aún sin una grabación convencional y viéndolo siempre dentro de otras pantallas.

El inteligente guion va dejando las pistas suficientes para poder descubrir la verdad antes de tiempo y, a la vez, nos manipula y nos despista hasta llegar al gran giro de la trama. No a todos les cogerá por sorpresa el final, pero esta perfecta combinación de buenos quehaceres sí asegura 101 minutos de tensión y transferencia emocional ante una situación tan dura como la desaparición de un ser querido.

Aunque contiene algunos temas adultos y referencias que pueden resultar inapropiadas para determinadas sensibilidades, es una gran película para discutir posteriormente en familia y aprovechar la oportunidad de reconectar.

Firma: Estefanía González