Sí, quiero… o no

La cinta llega muy tarde para el siglo en el que estamos, pues se ve casposa y anticuada para nuestros tiempos actuales. Habla de unos matrimonios infelices que piden a gritos un divorcio, nunca contemplado.

El elenco de estrellas es increíble, pues han hecho películas míticas que nunca olvidaremos. Por el contrario, Sí, quiero…o no está llena de chascarrillos añejos, clichés y estereotipos que la convierten en una película de sobremesa sin gracia alguna. Hay demasiada verborrea durante toda la cinta, para repetir una y otra vez lo mismo sobre el matrimonio, y es que a veces se confunde el amor con el cariño.

Lo triste no es que los protagonistas sigan infelizmente casados, sino haber elegido la opción conformarse con una relación que hacía aguas desde hace mucho tiempo. Algunos utilizan la excusa de quedarse por los hijos y muchos por comodidad de estar con alguien a quien conocen. Incluso algunos se plantean buscarse una aventura en lugar de enmendar errores.

Lo que está claro es que el matrimonio es una elección y, como bien ocurre en el film, hay que lanzarse a la piscina, pero estando seguros de las decisiones tomadas, sabiendo que siempre existe la oportunidad de  solucionar las equivocaciones. Si no se corrigen a tiempo, al final ocurre que solo queda un individuo de la tercera edad contado sus anécdotas de juventud y observando a parejas jóvenes mientras, con cara melancólica, rememoran sus años dorados y se preguntan cómo habría sido su vida con alguien diferente.

Firma: Laia Varo