Sin fin

César Esteban Alenda y su hermano José Esteban estrenan su primer largometraje tras varios cortos con recorrido en distintos festivales. Con Sin fin apuestan fuerte por una historia que aúna la complejidad de los viajes en el tiempo con la sencillez de la necesidad básica del ser humano: amar y saberse amado.

Precisamente debido a esto, el resultado es algo irregular. Queda diáfano el planteamiento de fondo, y la fuerza del amor que mueve a los personajes es patente durante todo el film. Sin embargo, el desarrollo argumental se muestra confuso y su ininteligibilidad provoca que la intriga se vuelva desconcierto y la pausa, tedio.

Los distintos planos temporales discurren con naturalidad y un acertado vestuario ayuda a la comprensión de las escenas. Por el contrario, los vacíos y omisiones (además de una melodía a piano excesivamente intensa y omnipresente) hacen dudar que todos esos paseos por el pasado y el presente vayan a desembocar en un futuro con algo de sentido.

La película gusta, sin duda, por el mencionado protagonismo del amor entre Javier y María pero lo que definitivamente salva el proyecto es la impagable interpretación de María León, que sostiene cada uno de los planos del film con una prestancia gestual y vocal y un dominio de la expresividad de sus ojos digna de ser admirada y recordada.

Firma: Esther Rodríguez