Twisters

Twisters supone una revisión de la película noventera, en línea con esta tendencia hollywoodiense a rehacer largometrajes en lugar de pensar ideas originales. En este caso, Lee Isaac Chung es el encargado de dirigir este proyecto. Su impersonal dirección deja en evidencia la voluntad comercial de la cinta y toda la identidad que había demostrado en Minari, por la que recibió tres nominaciones al Oscar, se pierde.

El film se sostiene en dos pilares fundamentales. Por un lado, un reparto de rostros conocidos que se entregan a la aventura. Por otro lado, una acción constante que ahonda en el frenetismo e impide al espectador detenerse a respirar. Eso permite que la superficialidad de una historia simple y básica, o las puntuales explicaciones científicas, no hagan perecer al resto de la producción. Asimismo, ese no parar camufla un guion flojo que avanza y desarrolla las relaciones entre los personajes poco orgánicamente, más por necesidad que por naturalidad.

Gracias a esas flaquezas sobrellevadas y ensalzada por unos convincentes efectos especiales que dejan brutales y agónicas escenas, Twisters acaba siendo una correcta pieza para pasar el rato. Y tras ella, acompañándose de varios temas country, se pueden incluso encontrar ejemplos positivos en favor del bien común y el altruismo.

Firma: Yoel González