Un pequeño favor

Paul Feig (Espías, Cuerpos especiales, La boda de mi mejor amiga, Cazafantasmas) es un director y guionista habitual de comedias alocadas y con su toque grotesco.

Su perfil encaja perfectamente en este proyecto, donde ha contado con Jessica Sharzer (Nerve) para introducir un toque de comedia entre negra y ácida al thriller escrito por Darcey Bell.

No obstante, esta curiosa interacción de géneros hace un flaco favor a la película en general, como el innecesario (desde varios puntos de vista) desliz incestuoso. Pues, donde uno podría reírse resulta ser algo que, poco después, el guión se toma en serio. Del mismo modo, donde parece que estamos en un momento de suspense crucial, la trama desvela, en breve, algún hecho (esos flashbacks tramposos y nada orgánicos) que no podíamos prever como espectadores.

Así, entre tanto secreto y ambigüedad, el público que disfruta desentrañando y elucubrando queda a merced de sorpresas y golpes de efecto de escasa verosimilitud: desde las relaciones que se establecen como las que se rompen. Y todo eso salpica incluso al supuesto sarcasmo con que se presenta la vida en los barrios “tranquilos”, que pierde fuerza en su intención crítica.

Firma: Lourdes Domingo