El extraño caso de Angélica

El veterano director y guionista luso, Manoel de Oliveira recupera con este film  un proyecto que ya tenía en mente hace más de 50 años y que en aquella época no pudo llevar a cabo por la rigidez de la censura.

Desde el año 1931, en que dirigió su primera película (Douro, Faina Fluvial) hasta este El extraño caso de Angélica, la larga filmografía de Oliveira cuenta con más de 50 títulos, algunos de ellos de renombre universal. Su cine siempre ha estado inmerso en una marcada pluralidad entre el alma y los sentimientos, recreándose en una visión onírica de la vida, faceta que le ha reportado notables críticas en su propio país y también encendidas y apasionadas alabanzas fuera del mismo.

Pilar López de Ayala, en el breve y estático papel que da título a la película, sólo aporta en esta ocasión su natural belleza, sin menoscabo de sus reconocidas dotes interpretativas en otros destacados films. El verdadero protagonista en esta cinta es el actor Ricardo Trepa, en el rol de Isaac, el fotógrafo que en su ensueño hace revivir la imagen de aquella joven, para él inmortal.

Los años en que fue gestado el guión inicial, pese a su actual desarrollo cinematográfico, nos sumergen, posiblemente aposta, en un mundo metafísico de inusual atractivo aunque difícil de entender hoy en día. Da la sensación de que estamos viendo una película, en manos de un gran realizador, pero rodada en otras épocas, cuando este tipo de argumento y su realización, imperaban con profusión en las viejas pantallas del mundo. Es posible que el respeto que Oliveira manifiesta para con Lumière, Meliès y otros mágicos nombres del cine, le impida moverse ahora en aguas más representativas de nuestros tiempos.

Firma: Joaquín Guitart