El tercer largometraje de Andrei Zvyaginsev sorprende por su gran calidad cinematográfica. No apuesta por un guión novedoso ni por una puesta en escena única, apuesta por los clásicos directamente, reimplantando en la actualidad rusa una historia que, filmada en blanco y negro, podría parecer un producto de los años 40. Fue la ganadora del Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes, quizá por recuperar todo el sabor del cine negro que tan bien funciona y que tanto añoran los críticos.
Es una película fría, donde no caben sentimientos porque no los hay. Un film racional 100% ruso y hecho a la medida de los valores que imperan en Putinlandia. Primero el dinero, después el dinero y siempre el dinero. Y de él depende toda la trama, el argumento y la existencia de sus personajes. El de Elena interpretado por Nadezhda Markina, magistral, silente, efectiva y demoledora. El de Vladimir (Audrey Smirnov) gélido, práctico e incauto. Ambos actúan como antónimos, creando una red de alta tensión que rompe la sensación de extrema lentitud que recorre un metraje sobrio sazonado con banda sonora hitchcockiana del gran Philip Glass para aligerar el tempo. Película imprescindible para cinéfilos pacientes.
Firma: Anna Puigarnau
Director: Andrei Zvyaginsev
Guionistas: Andrei Zvyaginsev
Intérpretes: Audrey Smirnov, Elena Lyadova, Igor Ogurtsov, Nadezhda Markina
Género: Drama
País: Rusia
Fecha estreno: 20/07/2012
Lenguaje: Coloquial
Elena es la mujer de Vladimir, un rico hombre de negocios con el que tiene una relación puramente servil. Su postura dócil y dispuesta le facilita el dinero que necesita para mantener a un hijo de un antiguo matrimonio. Serguei, un inútil con familia propia, vive del dinero que su madre le saca a Vladimir, hasta que éste se niega a mantener al parásito.
Título original: Elena
País: Rusia
Duración: 109'
Fecha producción: 2011
Distribuidora: Golem distribución
Color: Color