Fuego

José Coronado (No habrá paz para los malvados) se viste de jóker para interpretar el papel de Carlos Martínez, un hombre frío, que guarda algún secreto y al que por dentro le corroen las ansias de venganza. Como único protagonista, la trama recae básicamente sobre él, aunque sus compañeros de reparto han realizado un brillante trabajo, entre los cuales hemos de destacar a Gorka Zufiaurre por una espléndida actuación.

La temática de esta película empieza a ser un poco recurrente en el cine español, y es que la trama principal de Fuego utiliza la premisa del terrorismo para crear un personaje lleno de ira y sed de venganza. El desencadenante podría haber sido de origen diverso, sin embargo, el recurso vasco es acertado, pues Luis Marías lo aprovecha para lograr unos bonitos planos de una Euskadi de postal.

Si bien la violencia no es la clave del film, sí lo es la tensión que genera la incertidumbre. Los momentos tirantes en los que el protagonista actúa para que no se desmonten sus propósitos son sobrecogedores y algunos de ellos podrían haberse suavizado con planos menos explícitos. Al mismo tiempo, las diferentes subtramas están bien encajadas con la principal; desde la relación de la hija con su cuidador, pasando por la de una antigua compañera de trabajo que quiere retomar su historia del pasado, hasta el extraño vínculo con la mujer y el hijo del etarra que cometió el atentado que frustró su vida.

En resumen, Fuego narra el plan de venganza de una víctima de ETA y cómo lo lleva a cabo después de doce años de espera. Muy buenas actuaciones en un Euskadi idílico, aunque con algunas escenas sangrientas.

Firma: Josep Alegret