National Gallery

A pesar del metraje casi infinito con el que Wiseman nos abruma en cada una de sus entregas, los amantes del género documental siempre esperan con ansia cualquier cosa que salga de la cámara de este grande del género. Pues, al fin ha llegado.

La simplicidad con la que Wiseman acomete este proyecto es su triunfo y esas tres horas en sala se convierten en un viaje imprescindible. National Gallery es una demostración de poderío, una declaración de principios, una joya que nos recuerda que la aproximación discreta, pero profunda, a lo cotidiano entraña siempre nuevos descubrimientos.

Como de costumbre, Wiseman se alinea con el espectador y observa, a través de su lente, el devenir de un día cualquiera en la National Gallery. Conservadores, personal de limpieza, de marqueting, guías, iluminadores, conferenciantes, montadores y un público que duerme, dibuja, come y se maravilla ante esas obras maestras que la institución custodia como legado de la humanidad y de la historia. Y eso pretende ser este documento: un legado para los que recién llegan sin saber qué es lo que esconde un museo y qué significa para una nación apostar por la belleza.

Firma: Anna Puigarnau