Open windows

Nacho Vigalondo debutó con la interesante Los cronocrímenes, en la que demostró que podía aportar originalidad al manejo de los mecanismos de género; algo que confirmó con la surrealista comedia Extraterrestre. De ambas y de su paso por Muchadada nui queda poco en Open windows, tan solo algunos actores amigos que hacen escondidos cameos y un afán de renovación narrativa y formal que se queda en la superficie.

Open windows es un esforzado trabajo que introduce el efecto multipantalla al que sometemos nuestra visión durante el día. Ese escritorio del ordenador plagado de ventanas, la tablet, el móvil o las cámaras se convierten en la película en puntos de vista privilegiados y difusos, que añaden tensión al clásico thriller de psicópata escondido y acosador.

Resulta así una película que abunda en los privilegios del montaje interno de cariz informático y tecnológico, algo de por sí interesante pero que Vigalondo convierte en tedioso y hasta ridículo por culpa de un guión de conflicto tardío, rocambolesco desarrollo y final de pliegues sobre sí mismo, hasta el giro enconado e hiperbólico de perseguidor perseguido. Parece que todo esto suma, junto a un pasaje gratuito y sonrojante de exhibicionismo machista, para hacer más artificioso este thriller que no puede estar más lejos de La ventana indiscreta o de cualquier otro acercamiento serio al tema del voyeur.

Firma: Lourdes Domingo