
Aunque no está a la altura de sus predecesoras, Eggers construye un apasionante y violento relato quimérico de venganza, con gran épica, imágenes visuales y crípticas, que quitan el aliento, y un elenco de estrellas idóneo.
Aunque no está a la altura de sus predecesoras, Eggers construye un apasionante y violento relato quimérico de venganza, con gran épica, imágenes visuales y crípticas, que quitan el aliento, y un elenco de estrellas idóneo.
Robert Eggers recrea un clima de claustrofobia, agobio y paranoia con un gran despliegue visual apoyado por la técnica y un elenco sobresaliente. Es una producción destinada a un nicho concreto con la que no todos disfrutarán.
Nueva Inglaterra, 1630. Repudiado por su iglesia anglicana, un granjero inglés se establece con su esposa y cinco hijos cerca de un bosque, habitado por […]