
La arriesgada adaptación que ha hecho Tom Hooper del famoso musical aporta un trabajo innegable. Pero la digitalización y animación de los actores de carne y hueso bailando deja una extraña y confusa percepción en el espectador.
La arriesgada adaptación que ha hecho Tom Hooper del famoso musical aporta un trabajo innegable. Pero la digitalización y animación de los actores de carne y hueso bailando deja una extraña y confusa percepción en el espectador.
Todo el argumento está dirigido a complacer al espectador y a levantar el film como bandera para la comunidad defensora de la ideología de género, y no para profundizar realmente en cuestiones de calado antropológico.
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