
Dos horas y media, un gran elenco y un gran equipo de guionistas, además del sello Scott, son los ingredientes de un drama cargado de violencia y con mensaje, pero algo acomodado en un esquema simple.
Dos horas y media, un gran elenco y un gran equipo de guionistas, además del sello Scott, son los ingredientes de un drama cargado de violencia y con mensaje, pero algo acomodado en un esquema simple.
El film de Wes Anderson es un proyecto formal llevado al límite. Tiene el innegable sello estético del director, pero el exceso ornamental (y de actores conocidos) acaba sofocando la evolución de personajes o el relato que se narra.
La adaptación de algunos acontecimientos de la historia reciente al hilo de las víctimas de ETA resulta en un largometraje que hace equilibrios, rueda con fuerza visual y cuenta con un sólido elenco.
La película de Disney para verano no tiene grandes defectos, pero tampoco es un producto estrella. Mezcla comedia, acción, aventuras, un relato sencillo, un buen elenco y buena producción. Lo justo para gustar sin apabullar.
La historia que revela el pasado de Natasha Romanoff constituye un film convincente tanto técnicamente como por su guion. Marvel vuelve a regalar una película con grandes efectos especiales y grandes interpretaciones.
Divertidísima comedia sobre un pianista fracasado metido a policía que debe infiltrarse en un grupo de flamenco-trap para capturar a uno de los narcos más buscados. Julián López lo borda en su papel de policía de Valladolid convertido en “cani” gaditano.
Disney continúa con el intento de revitalizar su historial de antagonistas, ahora en carne y hueso y mostrando su complejidad. El resultado es visualmente eficaz, pero pobre en el relato y de excesiva duración.
La nueva joya animada de Pixar es un homenaje al jazz con una parte técnica brillante y una trama inteligente que invita a la reflexión. Los simpáticos y divertidos protagonistas recuerdan a su público la importancia de vivir.
Con similitudes en su modo de construir el relato con su film anterior, Zhao demuestra cómo explicar algo apenas tangible con una gran versatilidad: la vida ambulante como territorio de libertad.
La aventura de Togo y Seppala es una conmovedora historia adecuada para disfrutar en familia. Sus protagonistas entretienen y emocionan al público, acompañados de una espléndida fotografía y perros adorables.