Rosamund Pike y Daniel Brühl protagonizan esta recreación, muy ficcionada, del conocido secuestro de un avión en 1976. Eficaz como clase de historia reciente y más diluida como guion dramático.
Una ópera prima que gestiona el drama de la separación y custodia de los hijos – aún más ensombrecida por la violencia– en un intenso film, manejado bajo los hilos del suspense.
Una historia de amor adolescente mezclada con magia y bucles temporales.
Una historia cuyo guión habla sobre amistad, familia, valores y cambio, en el contexto de las relaciones entre la URSS y Cuba en 1991.
Una película divertida y cercana que endulza la mirada hacia la tercera edad.
Los amantes del terror apocalíptico que dejan hueco para los miedos más íntimos, aquí tienen una película que mide bien sus minutos y lo que cuenta.
En este film, recuperamos lo mejor de Wes Anderson y su capacidad para crear mundos originales que nos hablen a fondo del nuestro. Una perfecta animación en stop-motion que se convierte en una nueva y preciosa leyenda.
Una película romántica que maquilla un mensaje sobre una confusa identidad sexual.
Aubert intenta desmarcarse de los clásicos clichés de un subgénero tan trillado como lo es el terror zombi, aunque esta película, muy cercana a La noche de los muertos vivientes, de George A. Romero, no ofrece demasiadas novedades.
Una historia romántica que Wim Wenders, al hilo de la novela en la que se basa, quiere combinar con unas maximizadoras reflexiones universales; algo que no consigue completamente.