
La adaptación de unos libros infantiles a la pequeña pantalla pretende ser el producto ideal para preadolescentes y lo hubiera conseguido si no hubiera tenido la necesidad de modernizarse.
La adaptación de unos libros infantiles a la pequeña pantalla pretende ser el producto ideal para preadolescentes y lo hubiera conseguido si no hubiera tenido la necesidad de modernizarse.
Desde 1969 las aventuras del miedoso Scooby Doo han ocupado un espacio en la programación infantil. Un título nada novedoso, pero que mantiene esa personalidad que lo hace único y original.
The last dance (el último baile) así llamó Phil Jackson, entrenador de los Chicago Bulls, a la temporada 1997/98, la que sería su última como entrenador
El nuevo entretenimiento para los amantes del universo King. Una serie no adecuada para quienes busquen acción y terror «fast food».
Un título que pasa desapercibido pero que cumple a la perfección su objetivo de entretener a una audiencia familiar.
Esta mierda me supera es una serie oscura y, por momentos, desconcertante sobre los dramas personales de una adolescente muy especial.
La primera parte resultó poco convincente pero la segunda lo empeora.
Fallida versión española de la serie de los 80 El gran héroe americano, en las que un pobre tipo recibe un traje espacial que le otorga unos poderes sobrehumanos. La falta de encanto de los personajes y unas tramas llenas de lugares comunes y chistes soeces arruinan una idea que podría haber tenido su gracia.
Gamberra y divertida comedia de los creadores de La que se avecina en la que, a pesar de estar llena de escenas muy ocurrentes, pesa en exceso el humor grosero y sexual.
La cadena que la emite, Netflix, la califica para mayores de siete años, no obstante la oscuridad de la trama, la relativa calma de la narración y los dramas adultos que retrata no son lo más apropiado para la infancia.