
La serie de los hermanos Caballero tiene, sobre todo, unos personajes maravillosos que encadenan coyunturas desternillantes y encandilan al espectador. Es una comedia ácida que divierte y deja con ganas de más.
La serie de los hermanos Caballero tiene, sobre todo, unos personajes maravillosos que encadenan coyunturas desternillantes y encandilan al espectador. Es una comedia ácida que divierte y deja con ganas de más.
Carlos Vermut arriesga presentando esta propuesta para que el espectador trate de empatizar con los monstruos con los que no sabe que convive. Monstruos que también tienen la necesidad de amar y de ser amados.
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