
Lola Quivoron presenta una película llena de energía, metal y garra. Una historia liderada por un personaje femenino que busca hacerse un hueco en un particular “mundo de hombres”: el del motocross.
Lola Quivoron presenta una película llena de energía, metal y garra. Una historia liderada por un personaje femenino que busca hacerse un hueco en un particular “mundo de hombres”: el del motocross.
Virgine Efira encarna fantásticamente el papel de una mujer deseosa de ser madre. Aunque el film propone una situación poco probable con dificultades concretas, la maternidad se muestra de un modo frívolo y egoísta.
La adaptación de las revelaciones de un infiltrado de la policía francesa es demasiado larga y confusa. Aun así, cuenta con interpretaciones verosímiles y algunos diálogos para reflexionar.