
“Quiero que los mares se llenen con seres vivos. Así creó Dios los grandes monstruos marinos.” Y el hombre dejó volar la imaginación…
“Quiero que los mares se llenen con seres vivos. Así creó Dios los grandes monstruos marinos.” Y el hombre dejó volar la imaginación…
El romance entre un oncólogo casado y una arquitecta retirada conforma una historia incómoda, con personajes muy cuidados, grandes interpretaciones y algunos diálogos que despiertan reflexiones sugerentes.
La obra de Balzac llega a la gran pantalla con magníficas interpretaciones y decorados pero interrumpida por escenas de sexo y algo de desesperanza. Aún así, es ágil, divertida y propone una reflexión bastante actual.
Una atractiva película que logra combinar tragedia y humor con fuerza y consistencia, gracias también a un personaje protagonista que vivifica una historia con muchos flecos de interés humano.
1971. Delphine (Izi’a Higelin), hija de campesinos, se va a París para huir del yugo familiar y conseguir emanciparse económicamente. Carole (Cecile de France) es […]
Avisos