
La cuarta entrega de los veteranos mercenarios no es más que otra sangría repetitiva y sin fondo. Tras la espectacularidad visual asoma una realización plana, un aburrido guion y una violencia desatada sin control.
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Una nueva trama de ladrones donde Gerard Butler y la violencia acaparan todo el protagonismo, mientras sobran muchos minutos.
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Angel, un ex-convicto, entra en un bar donde se encuentra Rich, el criminal más poderoso de la ciudad de Detroit. Ambos recuerdan viejos tiempos, como […]