
Lo bueno que tiene la novela en la que se basa se pierde porque la serie antepone el exceso dramático a la reflexión.
Lo bueno que tiene la novela en la que se basa se pierde porque la serie antepone el exceso dramático a la reflexión.
La propuesta de Quentin Dupieux es una comedia absurda y surrealista muy difícil de explicar, porque carece de sentido. Y, a pesar de todo, consigue divertir e incluso provoca carcajadas.
Un thriller en el que el manejo de la tensión inicial acaba cayendo en detrimento, al igual que el valor mismo de la familia. Pese a las buenas interpretaciones del reparto, estas no consiguen frenar el descontrol del guion.