
La ópera prima de Paz Vega es una propuesta trágica con una buena puesta en escena y un correctísimo elenco. En ella, las espontáneas interpretaciones protagonistas aportan dulzura a una realidad terriblemente dura.
La ópera prima de Paz Vega es una propuesta trágica con una buena puesta en escena y un correctísimo elenco. En ella, las espontáneas interpretaciones protagonistas aportan dulzura a una realidad terriblemente dura.
Típico producto veraniego que aspira a sentar a toda la familia en la sala de cine agotando una vez más la fórmula cómica sobre el choque de clases y adornada con un benévolo mensaje y chistes sin gracia alguna.
Raúl Arévalo y Paz Vega son los intrigantes protagonistas de un thriller ubicado en plena crisis medioambiental. La tensión y el complejo desarrollo de los personajes combinan con los absorbentes paisajes mediterráneos.
El reparto hace gala de interpretaciones perfectamente contenidas en una historia sencilla, cotidiana y verosímil. De todas maneras, la tristeza y el ritmo poco ágil restan atractivo al debut de Javier Marco en el largometraje.
Thriller en seis capítulos que atrapan desde el principio, mezclando la acción con la vida personal de los personajes en la prisión psiquiátrica de Monte Baruca.
Sorogoyen compone un relato contundente y apasionante para un público adulto, paciente y despierto
Una producción que naufraga por exceso de ambición en su planteamiento y defecto de interés en la historia que narra.
Una propuesta que, a partir de un preámbulo cautivador y contando con un buen elenco, se pierde en sus intenciones, resultando forzada, con personajes planos y precipitada hacia un desenlace decepcionante.
Fugitiva promete ser una serie que no es y ni el resultón envoltorio puede disimular el vacío de su contenido.
Estoy vivo se presenta como un título a tener en cuenta, que se puede ver con la tranquilidad de la ausencia de cortes publicitarios. Parece adecuada para una audiencia amplia y no se excede en contenidos violentos o de corte adulto.