
Aunque el largometraje de Nicolas Vanier contaba con una serie de elementos sugestivos, el conjunto general resulta aburrido por los numerosos clichés y el humor poco elaborado de las conversaciones.
Aunque el largometraje de Nicolas Vanier contaba con una serie de elementos sugestivos, el conjunto general resulta aburrido por los numerosos clichés y el humor poco elaborado de las conversaciones.
La película retrata a una familia aparentemente perfecta que, como todas, no se libra de problemas. No obstante, la situación que representa y las opiniones que articula pueden no ser idóneas para el público familiar.
Entre cuchillos, carnes se suceden las ideas y venidas amorosas y profesionales de los protagonistas. Una comedia francesa muy ligera, bien adornada y con las carencias de un guion que confía en los tópicos.
La necesidad de echar a los hijos de casa para recuperar la rutina matrimonial desencadena una serie de situaciones divertidas que hacen pasar un buen rato. Además, cuenta con una duración ajustada y un buen trabajo del elenco.
Un thriller malvado de conspiraciones entre despachos que te hace pasar un rato entretenido, aunque del género existen títulos mucho más relevantes que este.
Comedia que promete, con un arranque disparatado, algo que no puede dar: diversión coherente y personajes atractivos. Confusa y sin dirección, la trama termina por cansar al espectador de tantos esfuerzos por entender qué quieren contar estos señores.
Michel (Christian Clavier) es un fanático del jazz que un día encuentra un álbum exclusivo en un mercadillo. A partir de aquel momento, Michel solo […]