
Una serie que fantasea con un mundo apocalíptico en el que no existen buenas personas. Aunque la producción es imponente, la historia que se explica nos deja preocupados.
Una serie que fantasea con un mundo apocalíptico en el que no existen buenas personas. Aunque la producción es imponente, la historia que se explica nos deja preocupados.
El mundo parece un colador. Cada cierto tiempo aparece un sumidero por el que todo lo que cae acaba en una época remota. Podemos entrar y disfrutar la serie si no le damos muchas vueltas.
Hecha para atrapar al espectador en una ratonera de mentiras y secretos. Las emociones se disparan y disculpan la poco verosímil evolución de la trama.