
Una colección notable para PS5 que incluye dos grandes juegos de aventuras y acción.
Una colección notable para PS5 que incluye dos grandes juegos de aventuras y acción.
Aunque parece original, Prisioneros de Ghostland no es más que una vuelta de tuerca a varios géneros conocidos sin lógica en su guion. Algunos aciertos visuales alegran al espectador, pero acaban sin conducir a nada.
La relación entre Karen Blixen y Thorkild Bjørnvig es la base de un largometraje denso con imágenes perfectamente estudiadas. El elenco hace un gran trabajo e invita a la reflexión sobre la fidelidad y la felicidad.
La enfermedad de una anciana y la visita de su nieta para cuidarla desencadenan una pesadilla de terror bastante efectiva. Sin embargo, el argumento es casi prescindible en este juego de elementos inquietantes y tenebrosos.
Personas utilizadas como monstruos, sentido escénico y del drama, humor y tragedia, mezcla de realismo y fantasía y un juego de ambiciones y pasiones, así es esta adaptación literaria de Guillermo del Toro.
La abundancia de temas propuestos, así como el desorden con que se abordan y la incoherencia en el dibujo de algunos personajes, hacen de esta propuesta un film bien ambientado pero fallido.
Basada en hechos reales, Pájaros enjaulados nos transporta a los años de rebelión y opresión suizos. Destaca por sus grandes interpretaciones, pero con un guion insulso que no logra mantener el interés.
Esta coproducción aborda la doble vida de una mujer con el objetivo de suscitar intriga en la trama y fascinación por el personaje. Sin embargo, resulta confusa y algo desalentadora para el espectador.
Riders Republic es un soplo de aire fresco dentro del género deportivo.
Un relato sin tapujos sobre los servicios de inteligencia de la República Democrática Alemana. El realismo del film enfatiza el drama de conservar la integridad individual frente a las exigencias de lealtad a un partido.