
Riders Republic es un soplo de aire fresco dentro del género deportivo.
Riders Republic es un soplo de aire fresco dentro del género deportivo.
Aleksandre Koberidze mezcla diversos géneros en una trama cuya premisa es una historia de amor, pero va ramificándose a medida que avanza. Es una película larga que ayuda a fijar la mirada en la belleza de lo cotidiano.
El día de la bandera se presenta como un drama familiar coprotagonizado por Dylan Penn y su padre y director, Sean Penn, al que no le falta calidad interpretativa, pero sí carece de personalidad en la dirección.
Cocina, historia y otros elementos que dinamizan el relato componen un film que ficciona, en gran parte, la apertura del primer restaurante. Bien rodado e interpretado, es un entretenimiento completo.
Stephen Graham se sitúa entre los fogones de un restaurante que atraviesa su peor noche. Todo ello en un único plano secuencia repleto de tensión y estrés, interpretado a la perfección por su acertado elenco.
Esta precuela de la saga de espías cambia su tono hacia uno más serio, con reflexiones antibelicistas. Pero, por eso, no deja de entretener con acción y unos toques de humor, a veces, poco elegantes.
Una divertida manera de ejercitar nuestra mente.
La secuela de Eric Lavaine es una historia simpática con actuaciones naturales y una buena puesta en escena. Es un largometraje sencillo, que no aporta nada nuevo, pero tiene pinceladas de humor originales y divertidas.
Dos décadas después, regresa el mundo Matrix a la gran pantalla con unas actualizaciones que abundan en el pensamiento ecléctico, los efectos visuales logrados y el entretenimiento.
Spielberg opta por un remake del West Side Story de 1961 muy cercano a su original. El cineasta sabe imprimir novedad en la ligereza escénica, a la vez que despliega un casting múltiple y entregado.